Propuestas

Flora memoriae es un herbario comunitario que busca dignificar los usos, costumbres, anécdotas y recuerdos de las personas que habitan (temporal o permanentemente) la zona del Alto Najerilla, poniendo especial foco en el rol de las mujeres y en la implicación de las nuevas generaciones y el impacto de su sensibilidad en el medio rural en torno a la flora autóctona o cultivada.

Esta iniciativa tiene dos partes. La primera es una investigación social que busca evitar la pérdida de la memoria sobre el entorno, analizando la labor de las mujeres en este sentido. La segunda es una investigación plástica que tiene como objetivo el desarrollo de un código visual que sea afín a todas las conversaciones que hayan sucedido con el grupo de, mayormente mujeres, de la localidad seleccionada dentro del entorno del Alto Najerilla.

El territorio del Alto Najerilla es uno de los territorios riojanos que está sufriendo con más dureza el proceso de la despoblación. Su reducido número de habitantes (825 agregados según datos del INE / Padrón Municipal, 2022) y una densidad de población de apenas 1,9hab/km2 configuran un auténtico desierto demográfico. Estos dos indicadores son solo una muestra que nos dan una idea de la gravedad de la situación y de la necesidad de emprender acciones que frenen y, en la medida de las posibilidades, reviertan esta delicada situación.

La localidad seleccionada para el primer rastreo de Flora memoriae es Viniegra de Abajo. Viniegra de Abajo es una localidad rural de La Rioja de 73 habitantes (censo 2023, INE), ubicada entre el Camero Nuevo y la Sierra de la Demanda, en lo que se conoce como la comarca del Alto Najerilla arriba descrita.

La metodología que seguirá Flora memoriae será esa primera parte social que tratará de recoger las intrahistorias alrededor de seis tipos de hábitats previamente detectados por el agente local colaborador en 'Flora memoriae' Pablo Bernáldez (co-fundador de Espacio Arte VACA, curador y gestor cultural). Estos seis hábitats son los siguientes: 1) huertas o jardines naturalizados; 2) espacios hortícolas activos; 3) ruderales (o espacios residuales); 4) ámbito doméstico; 5) entorno de montaña 100% endógeno; y 6) otroras (espacios que en el pasado tuvieron un uso humano pero que actualmente han sido recuperados por la naturaleza).

El mapa sonoro resultante de este primer proceso será el caldo de cultivo para la segunda parte de esta propuesta: la investigación artística. Para esta investigación artística se tendrán en cuenta las indagaciones que la autora material de esta iniciativa lleva testeando desde 2020 en su estudio compartido Espacio Comün en Nalda, La Rioja. Esta técnica se basa en la monotipia, o la versión más pictórica del grabado, y emplea plantas naturales y tintas de distintas densidades que ayudan a preservar los colores naturalmente presentes en ellas, gracias al efecto conservante de los químicos artificiales añadidos.

La búsqueda de este código plástico tendrá muy en consideración las gamas cromáticas que forman parte del ecosistema de Viniegra de Abajo como localidad y la región del Alto Najerilla, en términos más generales. Tanto es así que, para ello, desde febrero de 2024 y marzo de 2024 se están realizando distintas visitas técnicas a la zona para extraer esta escala cromática para su uso posterior.

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